sábado, 15 de noviembre de 2008



LSU TIGERS

Hace unas semanas asistí por primera vez a un partido de football, el fútbol americano, los LSU Tigers contra Tulane. Era un partido fácil, por eso había entradas baratas (en la foto se ven las gradas vacías). Si hubiera sido un partido importante, ni en la reventa.

Aparte de aprender algunas reglas que desconocía, pude comprobar lo ABURRIDO que es. Tres horas duró el partido, en el que no se llegaría a la media hora de juego real. Y como lo “interesante” suele ocurrir debajo o detrás de un amasijo de cuerpos, hay un comentarista que te tiene que explicar lo que pasa, pues si no, no te enteras: “El jugador X ha sido blocado por el jugador Y en el punto Z.” ¡Gracias! Cosas que todavía no comprendo: por ejemplo, por qué hay un centenar de jugadores de cada equipo, la mayoría de los cuales no sale a jugar, cuando son 11 los que están en el campo.
Lo más interesante, quizá, es el ambiente, que en los partidos importantes puede ser determinante (es el tercer estadio deportivo del mundo con mayor presión sobre el rival), las evoluciones de la banda (de más de 100 músicos), las piruetas de las cheerleaders
Por cierto, ganaron de paliza.
LAS ELECCIONES

Ya han pasado unos días de las elecciones, y todavía faltan bastantes para que Obama tome el relevo de Bush. Obama ganó con claridad, pero no por “paliza”, apenas un 7% más que McCain. Y ganó, aparte del apoyo de los afroamericanos, gracias a una campaña brillante. Entre otras cosas, consiguió que la gente joven fuera a votar, utilizando las nuevas tecnologías: Facebook, Internet, etc. Y tiene carisma, es joven, tiene sentido común, es moderno, negociador, moderado… Y además su contrincante era McCain, que, a pesar de contar con la gente conservadora y mayor, y con los granjeros incultos (los que responden bien a los discursos tremendistas y patrióticos de McCain, cuyas dos palabras preferidas parecen ser “victoria” y “honor”…) metió la pata con algunas declaraciones sobre la economía... y con la elección de Sarah Palin como vicepresidenta. La Palin dio un subidón repentino a la campaña, pero sus constantes metidas de pata fueron un desgaste para McCain. En fin, creo que el mundo ha ganado con la elección de Obama.

Curiosidades sobre las elecciones americanas:

- Para votar en los EE.UU. te tienes que registrar. No es como en España, donde “por defecto”, si estás en el censo, puedes votar. Aquí tienes que ir explícitamente a registrarte. Ahora se puede hacer online, y es uno de los logros de Obama: conseguir que los jóvenes se registraran para votar. Por cierto, el sistema de registrarse, según leí, se inventó cuando se dio por primera vez el derecho a votar a los negros. Lo inventaron, obviamente, los que no querían que los negros votaran, pues para registrarse tenían que saber leer y escribir, y la mayor parte eran analfabetos. Otra curiosidad: aunque luego pueden cambiar el voto, sólo viendo los registros para votar pueden saber la tendencia de las elecciones, ya que cuando se registran INDICAN A QUÉ PARTIDO APOYAN!! (ver este ejemplo: www.rockthevote.com/rtv_register.html)…
- A diferencia de las elecciones europeas, en las que no se inicia el recuento hasta que no se hayan cerrado todos los colegios electorales, en los EE.UU. se puede dar el caso (y se da) de que los americanos de la costa oeste pueden conocer ya los primeros resultados definitivos de los estados del oeste antes de votar!
- Y bueno, ya es de todos conocido que un presidente puede ser elegido sin ser el candidato más votado… ¡que se lo pregunten a Bush, que sacó aproximadamente medio millón de votos menos que Gore en el 2000!!

Para acabar, echadles un vistazo a estos artículos relacionados con las elecciones:

Artículo sobre Bush (sobre lo que todavía puede estropear antes de dejar el poder)
http://www.politicalarticles.net/blog/2008/11/04/bush-on-the-rampage-with-77-days-left-in-the-white-house/

Artículo armas (sobre por qué la venta de armas se ha disparado desde que ganó Obama)
http://www.2theadvocate.com/news/34312594.html

Artículo sobre el KKK (no está relacionado directamente con las elecciones, pero es relevante…)
http://www.abc.es/20081112/internacional-estados-unidos/asesinada-joven-louisiana-intentar-200811122036.html

domingo, 9 de noviembre de 2008

ANGOLA RODEO

A la mayoría ANGOLA os sonará a África, pero aquí en Luisiana tiene un significado muy diferente.
Cuando contaba las horas previas al huracán Gustav, hice referencia a la amenaza del gobernador de Luisiana, Bobby Jindall, a quienes se saltaran el toque de queda durante los cortes de luz: dijo que los enviaría directamente a Angola, “Y que Dios se apiadara de ellos”, o algo así.

Y es que Angola es la prisión de alta seguridad de Luisiana. Es donde vas si eres un asesino peligroso (hay un par de asesinos en serie que "actuaron" en Baton Rouge y alrededores). Es una cárcel grande, con más de 5000 presos… de los cuales el 70% están condenados a cadena perpetua (unos 3500), y el 1.6 (unos 80) a pena de muerte. Puedo hacerme una idea de lo que la amenaza, aunque fuera sólo un farol, significa: imaginad entrar, aunque sea por una temporada corta, en una cárcel de la que 3500 hombres, por bien que se porten, NO SALDRÁN NUNCA… imaginad las bandas, las mafias, las palizas… y todo lo que vemos en las películas… imaginad que sólo la mitad sea verdad.

Bueno, pues estuve en Angola.

No, no fui preso, sino espectador, ya que en Angola se celebra el “Prison rodeo” más antiguo de los EE.UU. , y Ángeles y yo fuimos hace unas semanas. Habíamos reservado, por supuesto, pues las entradas se agotan rápido.

Yo había leído cosas sobre el rodeo, y sobre la cárcel (la página web: http://www.angolarodeo.com/ ), y aún así era como una aventura. Acercarse a la prisión ya lo fue un poco: muchos coches, colas inesperadas. Llegando ya, un policía en quad revisaba una tubería de desagüe. Nosotros preparábamos la documentación, que, erróneamente, pensábamos que nos iban a pedir. Entrar fue fácil: seguir las instrucciones de unos voluntarios de uniforme hasta dejar el coche en un campo enorme, a medio kilómetro del recinto del rodeo. Allí se quedaron la cámara y los móviles, prohibidos en el perímetro de la cárcel (eso hace que se desate la imaginación: piensas en fugas preparadas con las imágenes de un visitante, cuando en realidad seguramente es por cuestiones de derechos…). Nadie nos pidió los documentos, ni siquiera las entradas. Compramos algo de comer y fuimos a buscar los asientos reservados. De repente me asusté, pensando en la posibilidad de un ataque de asma por la cercanía de tantos caballos. Pero por fortuna no fue así (me había tomado una pastilla preventiva), y pude disfrutar del espectáculo, no por esperado menos sorprendente: en directo las coces y brincos de los caballos por domar y los toros gigantescos son más espectaculares. Hay que decir que los participantes en el rodeo son presos, que llegan y se van en fila india (¿por qué se llamará así?), y además una parte del público, una sección de la grada, cerrada y con paredes y techo de rejas , eran presos, de uniforme azul clarito y con caras de pocos amigos, supongo que premiados por su buena conducta con entradas gratis al rodeo.

Como decía, los diferentes números del espectáculo, que ya conocía, resultaron bastante distraídos: los pocos que conseguían aguantar esos escasos segundos en la grupa del caballo o toro enfurecido, los batacazos enormes (un par de presos salieron en ambulancia), incluso el payaso o los titís montados sobre perros pastores… pero lo que todos esperábamos llegó al final: la partida de póker. Cuatro presos juegan al póker en medio de la plaza, y se suelta un toro de casi una tonelada, que se va directo hacia los presos, no sé si con afán de curarles la adicción al juego. Gana el último preso en levantarse, aunque para ello tenga que ver acercarse a esa mole o ser embestido, poniendo en peligro su vida. Por supuesto, todos aplaudimos al insensato héroe. Y el colofón es el número más peligroso, si cabe. Le colocan al toro más bravo y más grande una ficha de póker enganchada en la frente. Hay una treintena de presos correteando por la plaza… y gana (nada menos que $1000!) el que se la quita. Para eso se tiene que poner DELANTE MISMO de esa mole, y tener la frialdad suficiente para realizar la maniobra precisa para llevarse la moneda. Y uno lo consiguió, sano y salvo. Fue felicitado por todos, y supongo que todo el público se preguntaría lo mismo: para qué le iba a servir ese dinero en la cárcel… y luego, con un poco de imaginación, ayudados por esas imágenes cinematográficas, podemos encontrar bastantes respuestas.

Acabó el espectáculo, y antes de ir al coche se pueden comprar manualidades de todo tipo hechas por los presos (algunas muy interesantes). Y se acercaba el principio del fin de la aventura: la vuelta. Nada más llegar al coche la cola para salir estaba parada, y cuando vimos que seguía parada diez minutos después decidimos dormir una siestecita. Un cuarto de hora más tarde la cola seguía más o menos igual. En ese momento supe que se haría de noche antes de salir de allí. Y así fue: aunque un amable funcionario en un quad nos dijo que había otra salida, y que diéramos la vuelta, eso no impidió que tardáramos más o menos una hora más en salir del recinto de la prisión…

martes, 9 de septiembre de 2008

Y LA LUZ SE HIZO

Aproximadamente siete días y siete horas después de que se fuera, volvió a encenderse la luz en mi casa, y con ella el aire acondicionado, la nevera, la cocina, el teléfono, la televisión, internet, y todas esas cosas que damos por hechas cada día, y de las que dependemos tanto...

Ahora sí puedo decir que todo vuelve, para mí, a la normalidad.

En el resto de Baton Rouge, cal y arena: la ciudad se va recuperando, pero las escuelas públicas no abrirán hasta el lunes próximo, hay todavía barrios enteros sin luz (he visto calles donde ni siquiera han empezado a retirar los troncos que aplastan los cables), por lo que sigue el toque de queda a las 10 de la noche, hay tapones monumentales (ayer tardé casi dos horas en llegar a un cumpleaños, a unos 15 kilómetros de mi casa)...

En fin, lo que hace falta es muuuuuuuuuuucha paciencia para sobrellevar una situación así.

Como curiosidad os diré que, aparte de los miles de trabajadores de las empresas de limpieza, de jardineros, leñadores, etc., limpiando de la universidad había varias decenas de trabajadores uniformados, con los siguientes letreros a sus espaldas: "INMATES" (presos), DPSC (Department of Public Safety and Corrections, es decir, un correccional), "DIXON CORRECTIONAL INSTITUTE" (otro correccional), y en los minibuses en los que venían se podía leer "PRISON ENTERPRISES". Ha hecho falta todo el mundo para limpiar...

Lo mejor de todo, que Ike al parecer se desvía definitivamente, y se va hacia la costa sur de Texas, incluso México... Bye bye Ike!

Esperemos que no haya más sobresaltos de aquí al final de la temporada de huracanes, a finales de octubre...

Un abrazo,

Antonio

sábado, 6 de septiembre de 2008

BOLETÍN SEPTIEMBRE 2008 - II

GUSTAV – LA RECUPERACIÓN, Y PENDIENTES DE IKE

Han pasado cinco días desde Gustav, cinco días de recuperación lenta en Baton Rouge: los colegios están cerrados, las universidades también, muchos barrios aún sin luz, muchos semáforos apagados, mucha gente en casas de vecinos porque están los tejados dañados o desaparecidos, miles de operarios retirando árboles caídos, limpiando calles, reparando líneas eléctricas… y a las molestias de la falta de luz hay que añadir la sensación incómoda de estar en toque de queda, de 8 de la tarde a 6 de la mañana hasta el jueves, y en estos momentos de 10 de la noche a 6 de la mañana…

Es desolador ver esos cientos de árboles, algunos muy antiguos, tumbados sobre las calles (o sobre las casas), o troceados y acumulados en los jardines y las aceras.

Cinco días sin luz en casa, y lo que más rabia da es que mis vecinos de enfrente hace dos días que la recuperaron. Llegué a casa al anochecer, antes del toque de queda, y había luz en el barrio, en la calle, en la entrada del complejo… pero se acababa justo donde empieza mi bloque. Al parecer, la mitad del complejo toma la luz de una línea que no resultó apenas dañada, y la otra mitad, la mía, de otra. En las fotos de más abajo se puede ver la causa del apagón en mi casa. Entre 7 y 10 días más, es lo que nos dijeron ayer.

Para ver más fotos del paso de Gustav:

http://www.2theadvocate.com/multimedia/weather

Otra cosa que me molesta es que en el momento se supo que Gustav no pasaría por Nueva Orleáns, decayó el interés internacional. Y además, como no hay muertos, parece que no haya pasado nada. Pero llevamos casi una semana con ciudades paralizadas, con toque de queda, con desabastecimiento… y esto en el país más rico del mundo…

Lo peor es que se acerca Ike, que puede llegar antes de que nos recuperemos de Gustav. La trayectoria que se puede ver en los enlaces siguientes da miedo:

http://www.nhc.noaa.gov/refresh/graphics_at4+shtml/144613.shtml?tswind120#contents

http://www.2theadvocate.com/weather/maps/27923734.html

En previsión de que llegue Ike (se lo espera a finales de la semana que viene), las autoridades han ordenado la aceleración de la recogida de escombros… para que no se conviertan en proyectiles si llega el huracán, y han vuelto a decretar el estado de emergencia. Me parece que esto vuelve a empezar…

Un abrazo,

Antonio

La línea responsable IV


La línea responsable III


La línea responsable II


La línea responsable I


Más destrozos VI


Más destrozos V


Más destrozos IV


Más destrozos III


Más destrozos II


Más destrozos


jueves, 4 de septiembre de 2008

BOLETÍN SEPTIEMBRE 2008

GUSTAV – DESPUÉS DE LA TORMENTA (fotos más abajo)

Gustav supuso para mí el bautizo de fuego a nivel organizativo: nunca antes había coordinado la evacuación de nadie.

Las noticias durante la semana eran preocupantes, Gustav ganaba fuerza y amenazaba ser “La madre de todas las tormentas”, como llegó a definirla el alcalde de Nueva Orleáns. El alcalde no quería correr riesgos, y decretó pronto la evacuación voluntaria de la ciudad (viernes) y obligatoria (sábado noche), con toque de queda incluido. Muy finamente, en la rueda de prensa instó a los habitantes de N.O. que “sacaran el culo de allí”. Y para los que quisieran aprovechar la evacuación para saquear casas y comercios, lanzó una advertencia contundente: los que fueran pillados saqueando no iban a pasar por comisaría, sino directamente a Angola – creo que ya comenté algo de esta prisión: es donde van los asesinos y los peores criminales, más del 90% de los reclusos NO SALDRÁ NUNCA. Por eso tenía fuerza la amenaza del alcalde, que redondeó con una sonrisa irónica diciendo: “Y que Dios los bendiga”…

Antes incluso de que se hiciera pública la evacuación, el Cónsul de España en N.O. me encargó que les dijera a los profesores que tenemos en la zona de Nueva Orleáns (unos 10) y en otros distritos cercanos a la costa (otros 5) que salieran pitando. Luego el Agregado de Educación en Miami, mi jefe, me encargó que hiciera un seguimiento de todos los profesores españoles del estado: adónde iban, cuándo llegaban… Algunos aprovecharon para hacer turismo (Chicago, Memphis, Nashville), otros fueron hacia el norte del estado, hacia zonas más seguras, alojándose en las casas de otros profesores. Hubo uno que se tomó la cosa a broma al principio, y hubo que convencerlo. Otra dijo que se quedaba y se perdió el contacto. Un par de días más tarde apareció un mensaje en el que decía que estaba en México. Para entonces todo el mundo (incluso desde España) estaba pendiente de esta chica, que todavía no debe de saber el revuelo que se armó.El siguiente tema era qué hacer yo. La tormenta podía pasar por Baton Rouge, y era más que probable que se fuera la luz durante un tiempo. Por otro lado, la perspectiva de ir vagando solo por Luisiana hacia el norte, a buscar un sitio donde alojarme, se me hacía más que cuesta arriba. Tras varias horas de deliberación conmigo mismo, con el Cónsul (que me decía que me fuera), el Agregado, y otros españoles, decidí quedarme.

Creo que tomé la decisión correcta, aunque Gustav, por su parte, decidió a última hora girar hacia el norte y pasó directamente por Baton Rouge. Fueron unas horas de incertidumbre. Mientras mantenía el contacto con los profesores desplazados, con el Cónsul y el Agregado, el viento empezó a soplar con fuerza. Con muuuuucha fuerza. Veía ramas pasar, golpear las ventanas, llenar la calle. Veía el pino que hay junto a mi casa balancearse, y esperaba que no cayese encima de ella. Todo eso se puede ver en las fotos que voy a colgar.

Mientras tanto, atendía a la prensa española, que se había enterado de la existencia de profesores españoles en la zona y esperaban historias dramáticas. Hablé con el gabinete de prensa del Ministerio de Educación, me entrevistaron de Canal 9, en directo para los informativos de RNE, el Mundo digital, el ABC… La verdad es que estuve muy entretenido, y no tenía mucho tiempo para pensar en la tormenta. Como era de esperar, a media ésta se fue la luz. Seguía funcionando el móvil, pero el teléfono fijo ya no. Tras varias horas, el viento amainó, y pude salir a la calle. Árboles caídos, ramas por todas partes… pero ninguna casa parecía seriamente dañada.

Empezaba el post-huracán. Se supone que todo el mundo se había preparado para esto. Pronto se hizo de noche, y se empezaba a sentir el apagón. Oscuridad total. Alguna linterna, alguna vela en el vecindario… Como para quitarle importancia, hice más o menos lo que habría hecho otro día: practiqué con la flauta (una nueva afición), hice pesas en mi mini-gimnasio, y preparé la cena. Me había propuesto hacer algo caliente, así que encendí fuego en la chimenea (me costó muchísimo) y calenté sopa en una lata, como los vaqueros o los mendigos. Me supo a gloria. Luego no fue difícil dormir con la oscuridad absoluta… y con tapones, para amortiguar el ruido del viento (que seguía, aunque con menos fuerza) y del generador de un vecino.

Al día siguiente salí a dar una vuelta por el barrio. Árboles caídos por todas partes, pero no se apreciaba la verdadera magnitud del desastre. Por la radio (una radio a manivela, especial para apagones largos) se empezaban a conocer datos: el apagón afectaba a casi dos millones de personas, más de la mitad de Luisiana. En Baton Rouge los efectos eran peores que los de Katrina, había cientos, quizá miles de árboles caídos, algunos encima de casas, y con ellos los postes y cables de la luz. Esto es algo que no acierto a comprender: aquí hay huracanes cada dos por tres, y caen siempre los tendidos eléctricos. ¿Por qué no los entierran? Hoy por fin he oído hablar del tema a una senadora por la radio… El problema parece ser que aquí todo funciona por compañías privadas, y ninguna está dispuesta a asumir el gasto… ¿Y no es mayor gasto ir reparando líneas caídas cada vez? La senadora lleva un tiempo proponiendo que se entierren las líneas… ¿lo logrará? Este tipo de asuntos lo hemos visto mucho en las películas americanas. Sólo salen adelante si alguien lo toma como cosa personal y lucha contra todos los enemigos: políticos, empresas poderosdas, intereses, corrupción... Quizá algún día veamos esto convertido en una B-movie...

Volvamos al post-Gustav: iban llegando más datos: en Baton Rouge, algunas zonas tenían luz, otras podrían recuperarla en unos días… y otras TARDARÁN SEMANAS, QUIZÁ MESES. Cuando ya he salido con el coche he podido ver más desastres, casas destrozadas (ver las fotos)… he visto más de una docena de ellas con un árbol incrustado en el tejado. Es espeluznante. Creo que murió un matrimonio en un caso así, y otro asfixiado por usar un generador dentro de casa…

Lo más sorprendente, por otro lado, es el civismo de la gente: como ya comenté, cuando no funciona un semáforo, el cruce se convierte en un cruce de 4 señales de stop, es decir: se turnan los conductores educadamente, y el tráfico es fluido. Es increíble ver eso en cruces de dos calles con cinco carriles cada una… y funciona.

Lo peor es que, al no haber luz, a partir de las 8 (en otras zonas a partir de las 6) hay TOQUE DE QUEDA. La amenaza, si no hay un motivo urgente por el que debas estar en la calle, la misma que en Nueva Orleáns: directamente a Angola. No sé si habéis vivido un toque de queda… aunque algunas zonas recuperen la luz y haya bares y restaurantes abiertos, tienen que cerrar antes de las 8, y Baton Rouge se convierte en una ciudad fantasma, donde sólo se escuchan algunas sirenas de ambulancias, algún helicóptero… y los molestísimos generadores de algún que otro vecino.

Y en ésas estoy: casi a oscuras, esperando que puedan empezar pronto a arreglar las líneas de luz de esta zona… aunque tal como las he visto, ya me he resignado a que van a pasar semanas.

Pero sobreviviré, no os preocupéis.

Un abrazo,

Antonio

Mi urbanización I


Mi urbanización II


Mi urbanización III


Camino de la universidad


Mi coche (efecto óptico)


Algunos tuvieron suerte


Otros no


Sin comentarios


El tendido eléctrico - realmente "tendido". Sigue así después de varios días.


viernes, 29 de agosto de 2008

BOLETÍN AGOSTO 2008

GUSTAV – ¿ MI PRIMER HURACÁN?

Aunque las últimas previsiones apuntan a que se desvía un poco la trayectoria, tocando de lleno sólo una parte de la costa de Luisiana, realmente es la primera experiencia en dos años (ya cumplidos) de estancia en este estado y en este país, y justo tres años después del desastre de Katrina.

Se puede seguir la posible trayectoria de Gustav en esta página: www.nhc.noaa.gov/#DEAN.

La imagen superior muestra dónde está ahora, y las inferiores, que se puedn ampliar, muestran las diferentes predicciones. La página se actualiza cada 6 horas, por lo que es bastante fiable.

A diferencia de Katrina, Gustav pillará, si llega, a la gente más preparada. Si hace tres años el Sr. Bush tardó varios días en enviar al ejército, esta vez el ejército ya está en Nueva Orleáns, los sistemas de evacuación dispuestos, y la orden de evacuación a punto. Se dan de plazo hasta las 2 de la tarde de hoy, 72 horas de anticipación. Si persiste el peligro hoy a las 2, obligarán a evacuar la ciudad. Aunque luego no pase nada. Este gobernador, el americano de origen indio (de la India) Jindall, parece ser que prefiere ser recordado (si se diera el caso) como el imbécil que evacuó a medio millón de personas para nada, y no el imbécil que no evacuó a tiempo y murieron X personas. Todo es cuestión de curarse en salud. Pero no todo está tan claro: hace unos días, antes de que naciera Gustav, leí un artículo en el que se decía que los diques de Nueva Orleáns los habían hecho mal, y que no aguantarían un huracán de categoría 3 (que es la previsión para Gustav)…

Así están las cosas: el gobernador y los alcaldes de las principales ciudades llevan ya un par de días pidiendo a la gente que se aprovisione de agua y alimentos enlatados, pues, aunque el huracán no produjera daños humanos, es muy previsible que se produzcan cortes de luz (TODA la red eléctrica es exterior, y los postes se caen con mucha facilidad). Y estar varios días sin luz, como suele ocurrir, supone que muchos establecimientos (incluidas gasolineras) no pueden abrir, no puedes cocinar, y no hay aire acondicionado - ¿os imagináis las casas a 40º, humedad por encima del 90% y sin aire ni ventiladores? Por eso se están poniendo de moda los generadores de propano para las emergencias… El último recurso es ir a un centro comercial, donde suele haber generadores…

En fin, en ésas estamos. Esperando noticias. Sabemos que pasará, por encima o muy cerca, pero, aparte de que algunas cosas comienzan a escasear (la gasolina en algunos sitios, el agua en otros) la vida sigue. Eso sí: si evacuan Nueva Orleáns, el caos en todo el estado va a ser monumental…

Y, por cierto, Gustav nos puede afectar a todos: no sé si sabéis que el 40% de todo el petróleo de los EE.UU. se extrae en las plataformas del Golfo de México, que ya han sido evacuadas. Los expertos ya han anunciado que el cierre temporal de las plataformas puede hacer que el precio del crudo aumente hasta un 30%... y eso va a repercutir seguramente a nivel mundial!!

Esperemos que no, que todo sea una falsa alarma, y lo contemos pronto como una anécdota.

Haré un informe post-Gustav.

Un abrazo,

Antonio

martes, 22 de julio de 2008

BOLETÍN JULIO 2008

De vuelta en los EE.UU. No he estado tanto tiempo fuera, pero hay cosas a las que te tienes que volver a acostumbrar cada vez. El olor a comida en cualquier punto del aeropuerto, los precios sin impuestos (nada vale lo que marca).

Nada más volver me propuse solventar el tema del coche viejo. Llegué lunes, y tuve la fortuna que mi amigo Mauricio iba a buscar el martes por la tarde a su hermana Belén al aeropuerto. Podía dejarme perfectamente en LaPlace sin apenas desviarse. Todo parecía ir bien. Salimos de Baton Rouge, me acompañó al taller (tuve que pagar un poco más por guardarme el coche tantos días), y me dijeron que una rueda no estaba bien, pero que aguantaría hasta Baton Rouge. Antes de irse Mauricio le dije: por si acaso, cuando vuelvas del aeropuerto fíjate si estoy en la carretera. Mauricio se fue, yo también, en dirección opuesta. Nada más entrar en la autopista, los malos augurios que me rondaban por la cabeza se cumplieron cuando noté que había pinchado. Ya no me sorprendió. Ya nada me sorprende, tratándose de ese coche. Cambié la rueda por una de esas ruedas de juguete que ahora ponen de recambio, y ésa no me duró más de un par de kilómetros. La misma rueda dice que es sólo provisional, sólo para unas millas. ¿No es absurdo en un país donde el pueblo más cercano puede estar a 20 millas? En fin, me quedé colgado, de nuevo, esta vez junto a un armadillo seco. Ése estaba peor que yo, pobre. Pude comunicarme con Mauricio, y de regreso hacia Baton Rouge pararon a ayudarme. La única solución era tratar de arreglar la rueda “buena” en una gasolinera e intentar que llegara hasta casa. Eso fue bastante fácil. A unas cuantas millas encontramos una, encontramos el kit de arreglar pinchazos, arreglamos e hinchamos la rueda y volvimos al coche. Empezaba a anochecer. Estar en la cuneta, cambiando la rueda izquierda (casualidad) de un coche cuando pasan esos enormes trailers a tu lado a 70 millas por hora no es muy divertido. Y lo tuve que hacer tres veces!! Por fin con la rueda colocada pude moverme, y con Mauricio a pocos metros detrás de mí, por si acaso, conseguí llegar a casa, a las 9 y pico de la noche (eran las 5 cuando salí del taller). Ahora el coche está ahí, pendiente de ser vendido… pero ésa es ya otra historia.

Las aceras.
Debo rectificar una información que di en los primeros boletines: en Baton Rouge sí hay aceras. No en todas partes, no muy seguidas, pero en algunas zonas se puede seguir durante mucho rato por la acera. Es el caso de mi barrio. De vez en cuando voy a correr por aquí, un circuito de 3,7 millas. Sólo tengo que cruzar dos veces Old Hammond Highway (que, como su nombre indica, es, como casi todas las calles de aquí, una carretera). Por supuesto, lo que no hay ni por asomo son pasos de peatones, ni siquiera en los semáforos. Se cruza a la aventura. Pero eso ya está asumido. Cada vez que se cruza una calle se mira a los dos lados con cuidado, y ya está. Pues bien, en todas las ocasiones en las que he hecho ese recorrido NUNCA me he cruzado con más de una persona a pie. Normalmente voy por la tarde, a eso de las 8… En 3,7 millas de acera una sola persona y yo. Ése es el uso que hacen aquí de las aceras. A mí me viene muy bien.

Por cierto, voy a intentar sacar los distintos nombres que se da al concepto de “calle”. Es difícil aquí, porque en realidad la ciudad no existe, son realmente urbanizaciones y centros comerciales unidos por carreteras.

Street – No hay muchas, pero las hay. Sobre todo en el “downtown”, el centro de negocios. Las calles son como las europeas, en cuadrícula, etc.

Road – Carretera de un carril en cada dirección.

Highway – Carretera de dos carriles en cada dirección, normalmente con un quinto carril en el centro para girar, etc. (Mi calle es una de éstas: Jefferson Hwy.)

Boulevard – Carretera de uno o dos carriles en cada sentido, con una isleta en medio con árboles.

Avenue – Lo mismo, pero en vez de árboles en medio, están a los lados.

Se da la curiosidad de que una calle puede empezar llamándose “road”, pero de repente se ensancha y a partir de ahí se convierte en “highway”…

Sería muy largo explicarlas todas, pues hay decenas de denominaciones diferentes (ver en internet). Quizá en otro momento… por ahora os dejo pensando en qué tipo de calle puede ser “Acadian Throughway”.

Hasta pronto

miércoles, 11 de junio de 2008

MI COCHE NUEVO EN LA UNIVERSIDAD


MI COCHE NUEVO EN LA UNIVERSIDAD I


BOLETÍN MAYO-JUNIO 2008

Escribo esto medio hipnotizado por la combinación de un disco maravilloso de Nina Simone y la noche de Luisiana… se oyen sonidos que, sinceramente, no sé si corresponden a un insecto, a un reptil o a un pájaro. Pero no me molestan, complementan el sonido de los altavoces.

Hace unos días, en concreto la noche del domingo 25 de junio, me dirigía con Ángeles a Nueva Orleáns, para escuchar música de jazz en directo y pasar la noche en un hotel. A medio camino, el coche empezó a fallar, empezó a sacar humo y se paró.

No sé si conoceréis las carreteras de Luisiana (y de gran parte de los EE.UU.), pero se pueden describir como rectas interminables, normalmente con bosques a los lados (la diferencia en Luisiana es que gran parte de esos bosques son pantanosos, plagados de aligátores). Durante kilómetros y kilómetros, todo es igual. Sólo cambia algún cartel que rompe la monotonía. A menudo ves coches parados en el arcén, y piensas: “pobres”, y también piensas que algún día te pasará a ti. Y al final pasa.

El coche se paró, y dados mis conocimientos casi nulos de mecánica, y el hecho de que estuviera anocheciendo, lo más urgente era llamar al seguro. Viajar en los EE.UU. sin móvil es un suicidio, pero yo tenía móvil. Mi primer palo fue descubrir que no tenía contratado el servicio de grúa. Y qué le vamos a hacer. Amablemente, el operador me dio una lista de empresas que realizan el servicio. Empecé a llamar, pero sólo conseguí un par de contestadores y silencio. Y es que era domingo por la noche, y al día siguiente, “Memorial Day”, fiesta nacional (en homenaje a los caídos en las innumerables guerras…). Empecé a ponerme nervioso, y a llamar a mis amigos. Además de otros números de teléfono, conseguí que un par de amigas, Deborah y Susana, se ofrecieran a venir a recogernos. El problema (y ahora es cuando cobra importancia la descripción de las carreteras) era saber dónde estábamos. Hacia adelante y hacia atrás veíamos lo mismo: una carretera recta que acaba mezclándose con los árboles. Entre Baton Rouge y Nueva Orleáns hay unas 80 millas (más o menos 130 km), y yo recordaba haber visto el cartel de 43 millas hasta N.O. Se iba haciendo de noche, pero el tráfico de esa carretera, la I-10 (que une la costa este con al costa oeste de los EE.UU.), siempre es denso, y pasan infinidad de camiones, con lo que no era seguro estar fuera. Además estaban los mosquitos y ruidos extraños de ramas moviéndose que venían del bosque cercano. Pero estar dentro del coche era aún peor: había una humedad infernal, y sin aire acondicionado aquello era insoportable. Una amiga sugirió llamar a la policía. Llamé a emergencias (911), y una voz aburrida me preguntó dónde estaba, y le hice la misma descripción vaga que había hecho a mis amigas. Lo único que podía añadir era que estaba junto a un cartel que decía (parece broma) “sólo parar en caso de emergencia”. Dijeron que enviarían a alguien. No pasó nada. Volví a llamar, a hacer toda la explicación otra vez, y nada. A la tercera llamada enviaron a alguien, y más de media hora más tarde (después de Deborah y Susana, que vinieron desde Baton Rouge, y nos dijeron que estábamos a 30 millas de N.O.) llegó un coche de la policía, con sus luces y su foco cegador. Esperé a que se acercara y le expliqué lo que había pasado: se me ha parado el coche, y he llamado a la policía… “y aquí estoy”, me dijo sonriente; me pidió el carnet, dijo que iba a llamar a una grúa y se fue a su coche. Pasada más de media hora yo no entendía qué estaba pasando, pero cualquiera se acerca a un coche de policía de noche!! Así que esperamos, y a los 45 minutos llegó una grúa. Iba a llevar el coche a LaPlace, a unas 5 millas de allí. El amable policía había llenado todos los documentos por mí. Nosotros nos volvimos a Baton Rouge, sin jazz, ni hotel, ni nada, pero sanos y salvos.

El martes me acerqué por LaPlace en un coche de alquiler, entré en el comercio de la grúa (un almacén anclado en el tiempo, con una tele en blanco y negro y decenas de fotos de coches destrozados, y polvo y suciedad de décadas) y pagué el traslado del coche hasta allí, y luego hasta un taller, donde iban a diagnosticar el problema. No recuerdo qué me costó, creo que unos 200 dólares. Y el coche aún está en ese taller, donde le diagnosticaron que no tenía arreglo… salvo cambiarle el motor entero. Ese diagnóstico me costó otros $100. El cambio de motor me costará entre $2600 y $2700, para un coche que me costó $4000 hace menos de dos años!! Pero tras darle muchas vueltas y negociar con el mecánico, he pensado que es mejor arreglarlo e intentar venderlo por $3500 o $4000 (el motor “nuevo” es mucho más “joven”), y así minimizar las pérdidas en la medida de lo posible.

El miércoles de aquella semana fui a comprarme otro coche, y el jueves ya lo tenía (lo habría tenido el mismo miércoles si hubiera llevado el cheque). Lo podéis ver en la foto. Ya le tenía ganas en España, y aquí ese coche vale más o neos la mitad que en allá!!

MIAMI

Estuve en Miami para un curso, y pude ver muchas diferencias con respecto a Luisiana (aparte del nivel económico).

Por ejemplo, el tráfico: ya he contado que aquí la gente es organizada, civilizada, amable. Allá no funciona igual: cada uno mira por sí mismo… si pueden colarse, adelante! Ya parará el otro. Me lo contaba un taxista. Y lo explicó así: “es que nos sale lo latino…” Y es que en Miami no es fácil hablar inglés!!

Es curioso también el sistema de las propinas. Han inventado un sistema para que no te tengas que calentar la cabeza calculando la propina (que, como sabéis, en los EE.UU debe estar entre el 15 y el 20%) y no se te olvide: directamente en todas partes te cargan el 18% y punto. Si no quieres dejarla tienes que descararte tú (no es obligatoria, pero casi) y quitarla de la cuenta…
Miami también ha tenido sus buenos huracanes, lo que pasa es que no se recuerdan como Katrina en Nueva Orleáns. El mismo taxista contaba que el huracán Andrew dejó la ciudad más de un mes sin electricidad…

GENERALIDADES

Otra cosa que es general en los EE.UU., según mis conversaciones con compañeros en otros estados, es el aire acondicionado. Los termostatos se diseñaron para mantener las habitaciones a la temperatura deseada, ¿no es así? Es decir, supongamos que la temperatura ideal son 20 grados. Ponemos el termostato a 21, y en invierno la calefacción subirá la temperatura a 20, y en verano la bajará a 20. Pues aquí no piensan así: cuanto más calor fuera, más baja dentro. Si sube a 35, dentro la ponen a 15 (en verano SIEMPRE hay que tener una chaqueta en la oficina y para ir al supermercado). Y en invierno al revés. Pero el colmo de los colmos, la demostración mayor de estupidez y de carencia de sentido ecológico, es lo que hacen en algunos edificios de oficinas: en pleno verano utilizan… estufas de aire para contrarrestar el frío del aire acondicionado!!!!!

EL CAMBIO
Supongamos que, en España, vamos a una tienda y el precio de lo que vamos a comprar es de 10.58 euros. Y tenemos un billete de 20 y una moneda de euro. Le damos los 21 euros al dependiente (o dependienta) y nos devuelve 10.42, ¿verdad?

Pues bueno, no es así por aquí. Ya me di cuenta hace tiempo, pero recientemente he tenido un par de experiencias curiosas.

La primera, muy parecida al ejemplo. Algo costaba $10 y pico. Yo dejé 21 dólares en el mostrador, y el empleado me dijo: “you are giving me too much”, o sea que le estaba dando demasiado. No tenía ganas de perder el tiempo con la explicación, así que retiré el dólar y luego recogí los 9 dólares más la chatarra y me fui.

La segunda, estaba pagando en uno de los comedores de la universidad, y la cuenta eran (no me lo invento) $9.01. Primero pensé que me “perdonaría” el centavo. Los centavos la gente no los quiere, ni los recoge del suelo. Le di un billete de $10. Pero no, empezó a preparar los 99 centavos de chatarra. Busqué desesperadamente en mis bolsillos, pero nada. Pensé: “seguro que en el suelo hay alguno”. Y efectivamente, no uno, sino dos. Recogí uno, y le dije: “espere”, y dejé un centavo encima del mostrador. La chica me dio las gracias, lo metió en la máquina y siguió preparando la chatarra. Ahí sí que no salía de mi asombro. Pero como tenía tiempo, le hice la explicación: me iba a devolver 99 centavos, yo le daba el centavo que faltaba y me tenía que devolver un dólar. Estuvo mirándome un rato y al final, al insistirle yo, me dio el dólar. Pero por la cara que se le quedó estoy seguro de que pensaba que la había estafado.

sábado, 10 de mayo de 2008

BOLETÍN ABRIL-MAYO 2008

Hola de nuevo: ya de vuelta en Luisiana, después de tres semanas de "descanso" en Alcoy (Fiestas, etc.) me encuentro con el verano a punto de empezar… o mejor dicho, ya empezado: hoy mismo estamos a 30ºC y con mucha humedad. Lo que más me gusta de esta época es que los magnolios están en flor. Son unos árboles espectaculares y unas flores espectaculares. Pasar cerca de una de esas flores enormes y delicadas y sentir ese aroma tan profundo… Por algo la magnolia es la flor del estado.

Ojalá todo fuera tan bello. La vuelta también me ha deparado otro tipo de sorpresas.
¿Recordáis el terrible asesinato de 32 personas en Virginia Tech a manos de un estudiante? Pues ese hecho trágico, que conmovió a la sociedad americana y al mundo, sigue trayendo cola. Pero no de la manera que cabe imaginar: no se plantean limitar la posesión de armas, sino todo lo contrario: en estos días se está debatiendo la supresión de una ley que prohíbe las armas en el campus de las universidades de Luisiana. Según los promotores de la moción, los estudiantes y profesores tienen derecho a protegerse de agresores como el de Virginia Tech., y la mejor forma es poder pegarle un tiro antes de que él te lo pegue a ti. Dicen que los que se oponen a la tenencia de armas es porque no las conocen… En fin, supongo que pronto podremos estar más tranquilos, con cientos de alumnos, profesores, trabajadores y visitantes con armas en sus bolsillos o mochilas, siempre alerta por si ven a alguien sospechoso de llevar a cabo una masacre, para poder pegarle un tiro. Y eso, pensando, inocentemente, como los promotores de la medida, que los que lleven el arma van a ser “los buenos”…
Otra muestra de buena salud mental, lógica e inteligencia de los americanos. También se acaba de aprobar en Luisiana (por unanimidad!!!) que el creacionismo (eso de que Dios creó el mundo, los planetas, y a Adán y Eva, etc.) se enseñe en las escuelas, como alternativa al evolucionismo. Pero no en las clases de religión… sino en las clases de ciencias!!!!! Llevan desde los años 80 intentándolo… al final lo conseguirán!! Ver
http://scienceblogs.com/gregladen/2008/04/louisiana_moves_towards_creati.php
Curiosamente, ahora mismo hay en las pantallas una película/documental, “EXPELLED: No Intelligence Allowed”, que trata de ese tema: los creacionistas se sienten discriminados…

No sé si muchos de los que estamos aquí hemos experimentado la profundidad del sur profundo como uno de nuestros profesores, José Miguel, destinado en Tallulah, en la parroquia de Madison, la más pobre del estado. Tallulah tiene una renta per cápita casi la mitad de la media del estado, que ya de por sí es el estado más pobre de los EE.UU. En Tallulah hay8.000 habitantes, un 75% de población negra, el 43% de la población está por debajo del nivel de pobreza, y el 23% está por debajo de la mitad del nivel de pobreza. En Tallulah no hay ni una sola cafetería, ni un gran supermercado, sólo un par de restaurantes de carretera en la salida de la autopista... y 89 IGLESIAS. Para más datos ver http://www.city-data.com/city/Tallulah-Louisiana.html. Pues bien, en Tallulah ha sobrevivido un curso entero José Miguel, un héroe de nuestro programa. Su compañero, Raúl, se volvió a España después de una semana.

Cuando pasé por inmigración en Atlanta a la vuelta de España la semana pasada, y entregué mi documento de declaración de aduanas, vi cómo el agente tachaba mi respuesta en la casilla “Lugar de Residencia”… yo había puesto “United States”, y él rectificó: “Spain”. Le pregunté cómo era posible que yo no fuera residente en los Estados Unidos cuando me acabo de comprar una casa y llevo casi dos años viviendo aquí. Muy amablemente me explicó que yo era un “non-resident”, un residente temporal, pero que como este país es un país multicultural y abierto, no tardarían en darme la residencia… entonces comprendí que “Resident” no es un estado físico (resides aquí o allá), sino una categoría legal: indica que tienes el derecho de residencia sin necesidad de visado. Me ha costado casi dos años entenderlo. Soy un “non-resident legal alien”.

Antonio

Como Eñe por su casa I

martes, 4 de marzo de 2008

Boletín febrero-marzo 2008

¡Hola!

Con un poco de retraso, pero ahí va el boletín sobre Mardi Gras y otros temas…

MARDI GRAS
El año pasado me lo perdí, pero este año lo he podido vivir en mis propias carnes (exagero).
Visto desde fuera, es decir, como espectador novato, Mardi Gras no es más que una serie de desfiles (“parades”), bastante parecidos a lo que en Alcoy llamamos “la retreta”: gente disfrazada que desde carrozas lanza regalos. El 90% de esos regalos son collares. Millones de collares, de todos los tamaños y colores… de plástico, por supuesto. La gente grita y levanta los brazos (espero poder enviar fotos para que se vea bien) esperando que les tiren un collar. Y se van a casa con bolsas llenas, o el cuello doblado por el peso. Normalmente los tiran sin mala uva, aunque a veces te llevas un collarazo en la cabeza cuando menos te lo esperas. Y eso en cada desfile. Y hay montones de desfiles, con diversos motivos e itinerarios. Las carrozas son una parte muy importante. En Baton Rouge son bastante simples, sin querer menospreciarlos, aunque algunas sean tan grandes como un “tráiler” de los grandes adaptado. En Nueva Orleans he visto carrozas realmente espectaculares, como una que estaba formada por siete remolques enormes empalmados, formando un tren. Por lo menos medía 60 o 70 metros. Pero qué arte tenía el conductor del tractor que la llevaba para girar... Impresionante.

En Baton Rouge el carnaval es algo bastante familiar, pero en Nueva Orleans es otra cosa: aparte de que los desfiles se cuentan por decenas y son más ostentosos, allá está Bourbon Street.
Bourbon Street está en pleno “French Quarter”, cuyo nombre, por cierto, no puede ser más equívoco: el barrio consiste en una cuadrícula de calles encantadoras con construcciones de tipo español, con lo que el nombre correcto sería, sin duda, “Spanish Quarter”. En algunas calles aún hay placas con los nombres originales en español: Royal Street era Calle Real, etc.

Bourbon Street (la calle Borbón) es la calle de referencia si uno quiere vivir los carnavales “a la Nueva Orleans”. En realidad es la calle de referencia para el turismo durante todo el año, con sus incontables bares, algunos de calidad con música en directo, muchos de ellos locales cutres que atraen a los turistas con bebidas baratas de colores extraños y potencia que hace honor a sus nombres: huracán, ciclón, granada de mano… Los turistas típicos, por supuesto, las beben en grandes cantidades, y en la calle. Por cierto, Nueva Orleans es el único sitio que conozco en los EE.UU. donde se puede beber en la calle sin que pase nada. Y no sólo en carnaval. La gente de Nueva Orleans, según me han dicho, huye de esas calles y esos bares y va a otros, más tranquilos y separados del bullicio y la masa.

Bourbon Street (como el resto del barrio) está flanqueada de balconadas de hierro, muy bonitas, que los propietarios alquilan a precio de oro durante el carnaval. Algunos bares permiten subir a los clientes por un módico precio.

Una escena típica en Bourbon Street podría ser ésta: en un balcón hay unos señores con muchos collares de cuentas de plástico, una chica pasa por la calle y el señor le ofrece un collar o la chica se lo pide. Hay una negociación que todos conocen: lo conseguirá si se levanta la camiseta y le enseña al señor los pechos (eso se llama “flash”). Algunas veces lo conseguirá sin tener que hacerlo, pero la mayoría de las veces se irá de vacío. Si lo hace se llevará el collar, para regocijo del público en general (turistas y curiosos con cámaras darán fe de ello). En algunos casos el mismo señor del balcón lleva su propio “paparazzo”, que está siempre preparado, y las fotos aparecerán en alguna página de internet. También se da el caso contrario: una joven está bailando en un balcón. La gente le tira collares desde la calle, y ella muestra sus pechos, etc. Suele haber bastante concentración de gente alrededor de esos balcones, y las chicas suelen ser o turistas muy borrachas o chicas contratadas por algún establecimiento.

Otras escenas típicas: individuos o grupos llevan pancartas animando a los pecadores (bebedores, mirones, strippers) para que se arrepientan de sus pecados. Esto se ha convertido en una tradición, y hay tantos que empiezo a dudar de la autenticidad de las propuestas.
También es común ver mujeres con el torso desnudo y pintado con diferentes motivos de colores por la calle. La mayor parte de ellas no merece una segunda mirada. (Perdón por el comentario machista). Lo que no llegué a ver fueron escenas depravadas de sexo en plena calle, más allá de algún magreo o chupetón a cargo de señoritas de moral ligeramente despistada en algún balcón.
Dicen que antes de Katrina no se podía caminar por la calle (literalmente, la masa te arrastraba como un río), aunque ahora es bastante menos agobiante. Se puede caminar bastante seguido, esquivando la gente y los charcos (al final de la noche la calle Bourbon es un mar de no se sabe qué, se supone que bebida derramada, mezclada con millones de cuentas de plástico y vasos vacíos).

Curiosamente, una de las cosas que más me sorprendió durante uno de los desfiles (más que las tetas y los carteles, de los que ya me habían hablado) fue que la policía que controlaba al público confiscaba los pañuelos que los negros (me canso de decir “afroamericanos”, para mí decir “negro” no es ningún desprecio) llevaban al cuello... y ellos no protestaban. Al cabo de un rato (me interesaba más eso que el desfile) me acerqué y le pregunté a un policía por qué hacían eso. Y me contestó con estas palabras: “No sign of group activity is allowed” (no se permiten símbolos de actividad de grupos). Los había negros y rojos (pañuelos). Les hacían quitarse los pañuelos del cuello, de la cabeza. A uno le confiscaron la cazadora, supongo que llevaría algún símbolo. Al cabo de un rato (no me atreví a hacerle una foto) vi a uno de los policías bailando con un pañuelo en cada mano. Luego desaparecieron (los policías), supongo que para colocarse (situarse) en otra esquina.

En fin, la experiencia de Nueva Orleans en Mardi Gras fue muy edificante, tenía que ver de primera mano lo que me habían contado, y doy fe de que todo es verdad, pero habrá que esperar unos años para que el carnaval (y la ciudad) recupere la intensidad y el grado de desmadre que describen los que vinieron antes de Katrina.
PASEAR
Me contaba el Cónsul de España en Nueva Orleáns que nada más establecerse en su nueva casa (lleva sólo medio año aquí) se le ocurrió salir a pasear por su barrio. Craso error: al poco tiempo lo paró una patrulla de vigilancia, preguntándole qué hacía. Intentó explicarles que paseaba, pero para ellos caminar sin un destino concreto, lo que llaman "loitering", es sospechoso, y lo querían detener. Tuvo que llamar él a la policía para que le dejasen tranquilo! Casi nadie pasea. No sólo aquí, sino en todos los EE.UU. En LSU la gente camina o corre alrededor del lago, pero eso se considera deporte. Es muy raro ver a alguien caminando (algún día me pararán porque a veces voy caminando al supermercado, a 12 minutos de casa). Si alguien lo hace, o bien es afroamericano (y se sobreentiende que pobre, y no tiene coche) o algo le pasa...

ASESINATOS Y ARMAS
Hace un mes, más o menos, una joven estudiante entró en un aula de una escuela técnica de Baton Rouge, mató a dos compañeras, les dijo al resto que no tenían nada que temer, y se suicidó. Ya no se habla de eso por aquí porque a los pocos días otro chalado mató a cinco o seis en Illinois (con armas que compró legalmente en una tienda).

Pero la historia tiene mucha “chicha”: para empezar, se sabía que las chicas en cuestión eran afroamericanas sólo leyendo los nombres: Latina Williams, 23. Karsheika Graves, 21, and Taneshia Butler, 26. Esos nombres son típicos entre la sociedad afroamericana, como son Keniatta, Chiquitta, y muchos otros nombres que a nosotros nos suenan raros.

Pues bien, Latina, el día antes, compró una pistola y munición en una casa de empeño de Nueva Orleans. Quizá no habría sido necesario irse tan lejos, pues las armas se pueden comprar en los supermercados. Y ayer me enteré de que no es ilegal llevar un arma a la vista, pero sí llevarla oculta…

La prensa desveló más información sobre las víctimas, que sirve para conocer un poco mejor su entorno: Karsheika era, a sus 21 años, madre de de dos, uno de apenas un año y otro de 5 meses; nada sorprendente; Taneshia , a sus 26, tenía tres hijos, de 12, 9 y 4 años (haced cuentas).

La sociedad afroamericana funciona de manera muy diferente a lo que conocemos. Las estadísticas ponen los pelos de punta: entre el 85 y el 90% (sí, no es una errata, noventa) de los escolares en las escuelas públicas proceden de familias monoparentales, es decir, viven con la madre (o la abuela materna). La figura del padre no existe para 9 de cada 10. Y, por supuesto, lógicamente, el abuelo tampoco!!
Poco después de escribir este boletín recibí una llamada de Susana, una de nuestras profersoras en una escuela de secundaria de Baton Rouge, muy asustada porque hacía un rato habían detenido a un niño de 13 años en su escuela con una pistola. Al parecer quería asustar a otro(s) niño(s), y el arma estaba descargada. Pero el muchacho se había puesto un chaleco antibalas... por si acaso.
Lo que da miedo es pensar en los millones de niños con problemas de cualquier tipo que tienen acceso a las pistolas, seguramente legales, de sus padres.

ANUNCIO
Hace poco vi junto a la autopista un anuncio enorme en el que había una fotografía de una caja azul y un letrero ofreciendo una recompensa de $10.000 para quien pudiera dar alguna información sobre la caja perdida. Decía también “no questions asked”. Me pregunto qué podría haber dentro de la caja…

DEMOCRACIA VECINAL
Este país será lo que será, pero tiene formas democráticas de opinión y decisión bastante respetables. Los vecinos colocan carteles en sus jardines apoyando causas diversas; a menudo es el apoyo a algún candidato (a gobernador, a presidente, a sheriff), a veces a otras causas, como la construcción de un macro-casino en Baton Rouge (carteles de apoyo y de rechazo). Hace poco hubo un referéndum sobre ese tema. Ganó el sí, por lo que se construirá el casino, que proporcionará 1200 empleos directos y 2000 en la construcción… pero convertirá un barrio residencial hasta ahora tranquilo en la periferia de un centro comercial.

Hasta el próximo boletín.
Antonio

sábado, 26 de enero de 2008

Enero de 2008

Estoy convencido de que justo antes de volverme a España todavía seguirán sorprendiéndome cosas de este estado y este país.
No me sorprende leer que el 60% de la población escolar de las escuelas públicas de Luisiana esté considerada pobre (los ricos van a escuelas privadas), pero me llama la atención que hay un indicador de educación que llaman “chance of success”, es decir, posibilidades de éxito, de triunfar en la vida. Los alumnos de la escuela pública en Luisiana están a la cola de los EE.UU. Es muy fuerte, y muy triste, pensar que ya se sabe que la gran mayoría de esos alumnos no va a hacer nada en la vida…
Una profesora me contaba un par de cosas que han pasado recientemente en la escuela, que a nosotros nos dejan pasmados pero que aquí, al parecer, no sorprenden mucho: alumnos a los que hay que preparar deberes especiales porque están en el hospital por herida de bala, alumnas embarazadas con 11 años, alertas rojas en los centros porque dos chavales se están peleando y uno tiene una pistola en su taquilla… ayer el colmo fue enterarme en una escuela que visité en un pueblo llamado Sulphur de que la policía, además de educación vial, lleva a los alumnos de 5º de primaria… A PRÁCTICAS DE TIRO!!!! La explicación es que casi todos son cazadores, y que si disparan bien habrá menos accidentes… pero a mí me pone los pelos de punta!!!
Por cierto, el pueblo, Sulphur, situado junto a la ciudad de Lake Charles, obviamente, toma el nombre de las minas de azufre que hasta hace poco poblaban la zona. Todavía se huele en el ambiente el azufre. Dicen que hay muchos casos de cáncer. La mayoría de las minas son ahora depósitos de petróleo, forman parte de la Strategic Petroleum Reserve, la mayor reserva de petróleo de los EE.UU., que aquel 11 de septiembre nefastamente famoso sobrevolaban los cazas americanos por si acaso… (ver http://en.wikipedia.org/wiki/Strategic_Petroleum_Reserve ).
Como la mayoría de las ciudades de Luisiana, Lake Charles basa su vida social en tres enormes casinos. Los casinos aquí no son lugares con clase, a los que uno tiene que ir bien vestido para que lo dejen entrar, sino lugares donde van los pobres a dejarse sus pocos ahorros, con la esperanza vana de hacer dinero fácil. Así es este estado, y así es este país. El amigo Bush se inventó una ley que teóricamente quiere mejorar la educación en las escuelas. Se llamó “No child left behind”, es decir, que ningún niño quede atrás. Consiste en premiar a las escuelas con mejores resultados, dándoles más dinero, mientras que las que peores resultados sacan ven recortado su presupuesto. No me invento nada, es así. ¿Qué ha ocurrido? Las mejores escuelas son cada vez mejores, mientras que las peores, las de los barrios pobres y de alumnos pobres, son cada vez más pobres (ver el segundo párrafo). Ésa es la idea de justicia de Bush… que, dicho sea de paso, es considerado por los propios americanos como el peor presidente que ha tenido este país en toda su historia.
Pero no pasa nada: aquí en Luisiana todo el mundo contento, porque los LSU Tigers de Baton Rouge ganaron el campeonato nacional de fútbol americano universitario el pasado 7 de enero, y eso es suficiente para que estén contentos y orgullosos durante muchos, muchos meses.
Bueno, estamos a punto de llegar al Mardi Gras, el carnaval de aquí. Me enteré el otro día de que el roscón que se toma aquí antes de Carnaval es el mismo que allá tomamos en Reyes, sólo que pintado de los colores del carnaval: verde, lila y dorado. Aquí se toma desde Reyes hasta Mardi Gras. Y también lleva sorpresas y la corona.
La llegada de un nuevo acontecimiento festivo/social/comercial conlleva el ajuste de todos los comercios y la exposición de todo tipo de mercadería (merchandise). Ahora es imposible entrar en un supermercado y no atravesar pasillos enteros de productos de color verde, lila y dorado… que, por motivos de calendario, coinciden este año con los horripilantes pasillos de color rosa de San Valentín. Una vez pasen esas fechas se sustituirán por el siguiente evento, aunque no se retirarán del todo: seguirán en exposición unos días, a mitad de precio. Aún puedo comprar árboles de Navidad y papanoeles musicales a precios de ganga, para el año que viene.

That´s all, folks.
Feliz carnaval.
Antonio