Estoy convencido de que justo antes de volverme a España todavía seguirán sorprendiéndome cosas de este estado y este país.
No me sorprende leer que el 60% de la población escolar de las escuelas públicas de Luisiana esté considerada pobre (los ricos van a escuelas privadas), pero me llama la atención que hay un indicador de educación que llaman “chance of success”, es decir, posibilidades de éxito, de triunfar en la vida. Los alumnos de la escuela pública en Luisiana están a la cola de los EE.UU. Es muy fuerte, y muy triste, pensar que ya se sabe que la gran mayoría de esos alumnos no va a hacer nada en la vida…
Una profesora me contaba un par de cosas que han pasado recientemente en la escuela, que a nosotros nos dejan pasmados pero que aquí, al parecer, no sorprenden mucho: alumnos a los que hay que preparar deberes especiales porque están en el hospital por herida de bala, alumnas embarazadas con 11 años, alertas rojas en los centros porque dos chavales se están peleando y uno tiene una pistola en su taquilla… ayer el colmo fue enterarme en una escuela que visité en un pueblo llamado Sulphur de que la policía, además de educación vial, lleva a los alumnos de 5º de primaria… A PRÁCTICAS DE TIRO!!!! La explicación es que casi todos son cazadores, y que si disparan bien habrá menos accidentes… pero a mí me pone los pelos de punta!!!
Por cierto, el pueblo, Sulphur, situado junto a la ciudad de Lake Charles, obviamente, toma el nombre de las minas de azufre que hasta hace poco poblaban la zona. Todavía se huele en el ambiente el azufre. Dicen que hay muchos casos de cáncer. La mayoría de las minas son ahora depósitos de petróleo, forman parte de la Strategic Petroleum Reserve, la mayor reserva de petróleo de los EE.UU., que aquel 11 de septiembre nefastamente famoso sobrevolaban los cazas americanos por si acaso… (ver http://en.wikipedia.org/wiki/Strategic_Petroleum_Reserve ).
Como la mayoría de las ciudades de Luisiana, Lake Charles basa su vida social en tres enormes casinos. Los casinos aquí no son lugares con clase, a los que uno tiene que ir bien vestido para que lo dejen entrar, sino lugares donde van los pobres a dejarse sus pocos ahorros, con la esperanza vana de hacer dinero fácil. Así es este estado, y así es este país. El amigo Bush se inventó una ley que teóricamente quiere mejorar la educación en las escuelas. Se llamó “No child left behind”, es decir, que ningún niño quede atrás. Consiste en premiar a las escuelas con mejores resultados, dándoles más dinero, mientras que las que peores resultados sacan ven recortado su presupuesto. No me invento nada, es así. ¿Qué ha ocurrido? Las mejores escuelas son cada vez mejores, mientras que las peores, las de los barrios pobres y de alumnos pobres, son cada vez más pobres (ver el segundo párrafo). Ésa es la idea de justicia de Bush… que, dicho sea de paso, es considerado por los propios americanos como el peor presidente que ha tenido este país en toda su historia.
Pero no pasa nada: aquí en Luisiana todo el mundo contento, porque los LSU Tigers de Baton Rouge ganaron el campeonato nacional de fútbol americano universitario el pasado 7 de enero, y eso es suficiente para que estén contentos y orgullosos durante muchos, muchos meses.
Bueno, estamos a punto de llegar al Mardi Gras, el carnaval de aquí. Me enteré el otro día de que el roscón que se toma aquí antes de Carnaval es el mismo que allá tomamos en Reyes, sólo que pintado de los colores del carnaval: verde, lila y dorado. Aquí se toma desde Reyes hasta Mardi Gras. Y también lleva sorpresas y la corona.
La llegada de un nuevo acontecimiento festivo/social/comercial conlleva el ajuste de todos los comercios y la exposición de todo tipo de mercadería (merchandise). Ahora es imposible entrar en un supermercado y no atravesar pasillos enteros de productos de color verde, lila y dorado… que, por motivos de calendario, coinciden este año con los horripilantes pasillos de color rosa de San Valentín. Una vez pasen esas fechas se sustituirán por el siguiente evento, aunque no se retirarán del todo: seguirán en exposición unos días, a mitad de precio. Aún puedo comprar árboles de Navidad y papanoeles musicales a precios de ganga, para el año que viene.
That´s all, folks.
Feliz carnaval.
Antonio
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