Sí, ya sé que han pasado tres semanas de eso. Pero ... ¡seguimos siendo campeones!!
En cierto modo, creo que puse mi granito de arena para que así fuera: cuando compré el billete para volver a Baton Rouge después de mis vacaciones en España, en lugar de comprarlo para el domingo 11, lo compré el lunes 12... ¡POR SI ESPAÑA LLEGABA A LA FINAL! Y ahí está el resultado...
La gente salió a la calle en todas partes... Ésta es una imagen de la Plaza de España, en Alcoy.
Mi vuelo saía a las 7 de la mañana, así que esa noche no dormí nada... Y para mi sorpresa, cuando llegué a Baton Rouge todo el mundo me felicitaba, ¡incluso los propios americanos!
Es curioso que, en una de las conexiones de vuelos, en Atlanta, coincidí con una piloto que volaba de pasajera hacia Baton Rouge, y, al ver la camiseta de España que llevaba (por supuesto) me felicitó y me preguntó a qué era comparable ganar el mundial. No supe qué decirle y me preguntó si era como cuando los Saints de Nueva Orleáns ganaron el campeonato de fútbol americano este año, por primera vez... ¡y le tuve que decir que sí!
Para los americanos en general ganar un campeonato mundial no significa nada especial... pero ganar el campeonato nacional, de baloncesto (NBA), fútbol americano, béisbol... ¡eso es para ellos como un mundial! De hecho, ¡a los campeones de la NBA les llaman "World Champions"! ¿Para qué preocuparse por el mundial "de verdad"? La mayoría de las estrellas de la NBA ni siquiera están en la selección de los EE.UU. para el mundial de Turquía del próximo agosto: Kobe Bryant, LeBron James, Dwayne Wade... ésos no van. Y aún así, son los máximos candidatos para llevarse el campeonato...
Pero ¡confiemos en que España vuelva a subir a lo más alto (sin Pau Gasol, por cierto)!
Creo que las magnolias, aparte de ser las flores oficiales de Luisiana, son el símbolo de "la última vez". 
